lunes, 7 de marzo de 2016

12 caballos sacados de un cuento de hadas. El #4 es de Justin Bieber.

Los animales son parte esencial de nuestro planeta, ellos llenan de vida muchas partes recónditas del mundo y las hacen bellas aunque no sea el mejor lugar para vivir, están en nuestro día a día y sin duda no pasa una semana sin que no nos hayamos detenido aunque sea un poco a observar a una parvada por ahí mientras vamos en el carro o en el transporte público.
Los animales son amigos y como nosotros, disfrutan de los beneficios de habitar un planeta tan verde y lleno de vitalidad como este.
Y es en ese planeta donde nos topamos con algunos de los animales más bellos de todos, el caballo, que sin importar si sea pura sangre o no, siempre muestran calidez en su mirada. Esta vez les dedicaremos una galería a los caballos más majestuosos del mundo.
Aquí van 12 caballos que te dejarán con la boca abierta.

El caballo frisón. Imponente sin duda.






El caballo Akhal-Teke. Parece sacado de tus más hermosos sueños.






El caballo percherón. Y entendemos muy bien la razón de ese nombre.






El caballo Trakehner. Es como si “Spirit”  tomara vida. El polemico Justin Bieber es dueño de este hermoso ejemplar, por el cual tuvo que pagar 25 mil

El caballo Trakehner. Es como si “Spirit”  tomara vida. El polemico Justin Bieber es dueño de este hermoso ejemplar, por el cual tuvo que pagar 25 mil
dólares. Lo adquirió para su Papá, un gran amante de los caballos.





Los caballos Haflinger o Avelignese. Parecen un par de modelos de París.






El caballo Rocky Mountain. El brillo de su pelaje es increíble.






El caballo árabe pura sangre. Parece que va marchando y obvio, resplandeciendo.






El caballo Fiordo Noruego. Su corte de pelaje lo hace ver muy peculiar y original.






El caballo Shire. Estamos seguro que así se vería “corazón valiente” si fuera un caballo.






El caballo trotador de Orlov. Una obra maestra en nieve.






El caballo gitano. No, no es una vaca.






El caballo Appaloosa. Lo mejor de dos mundos, el ying y el yang.






¿Cuál fue tu favorito?

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